domingo, 25 de diciembre de 2011

La sombra del turbante

Hay algo que quiero decir y que no sé lo que es ni tampoco como hacerlo.
Tiene que ver, una vez más, con la mirada, con lo que ve, con lo que está frente a los ojos y que es lo que sucede, que  ante algo tan simple como que se fije la vista en algo hermoso y no se contempla lo que hay, sino otras cosas que nada tienen que ver con lo que se presenta y por contra no permiten ver lo que se tiene delante, así como está sin más, para el disfrute de los sentidos, sin otras historias...




Un cuerpo hermoso, mostrado pleno, desnudo así sin mentiras ante tus ojos, un regalo sin palabras pero no mudo no, porque si que dice, dice: mírame, aquí estoy ante ti, desconocido.
Mírame más, soy bella y generosa y lo comparto contigo...
Sigue mirándome, deséame si quieres, me puedes ensoñar y disfrutarme.
Puedes mirar cada centímetro de mi piel, sus brillos y reconocer mi sudor en ella.
Sí hazlo y gózame, no hay nada malo en ello.
Me ves bajo la sombra de tu turbante, tus ojos así ven mejor, bien, está bien.






¿No hay espejismos en el desierto?, pues yo soy uno.
Ya estás en ello, así tranquilo. Vas caminando por la arena, subes una gran duna.
Estáis solos tú y tu mehari. Es un buen animal, un compañero leal y valiente. Hace un rato te notó ausente; por tus rodillas te siente todo.
La alarma se presentó en él, pero en un instante te agitaste y él sintió de nuevo correr la sangre por tus venas.
Fui yo, en un espejismo, y así de improvisto no te dio tiempo a dejar de sentir, a pensar en cosas que no tienen que ver ni contigo ni conmigo, que no deberían.
Me viste y esa reacción ante mi cuerpo desnudo y tatuado, de tal manera te sobresaltó que no pudiste más que eso, ver lo hermosa que soy, así sin más, ni menos.
Tu mehari ahora está tranquilo, con el paso más liviano.
La arena sigue crujiendo, paso a paso y a su compás me disuelvo. 
Te entran dudas, quizás te engañaron, , te lo preguntas, porque en mitad del desierto a punto de caer de tu montura, una "perra infiel", tatuada toda, ante ti sin vergüenza, mirando tranquila a tus ojos y...tan bella, preguntando a tus ojos con su mirada, te hizo dudar.
Sigue crujiendo la arena, estás vivo.


domingo, 18 de diciembre de 2011

Somaly Mam


Hay ojos que atraen.
Los de Somaly Mam es fácil que lo haga. Es una mujer bella sí, eso atrae, pero si  si lees unas pocas letras sobre su labor y su vida, entonces es cuando te das cuenta lo que transmite tanto no son sus ojos bonitos, sino su mirar. 









      

jueves, 8 de diciembre de 2011

Ella


Que decir de ella.
Como hablar de la que se presenta en ti, sin saber que estaba.
Escondida, camuflada, aparece sin buscarla, callada.                       
¡Cómo aparece así!, que no le esperaba y se posa ante a mi mirada,
¿de qué manera y para qué? me ha encontrado.
No me habla, ni me mira y si embargo está en mis manos
a las que pregunto y no me dicen nada.
Sin huellas, sin sombra ni ruta pisada,
de dónde viene y porqué en ésta hora, que ya no busco nada.
Ahora no, el futuro ya está pasado, así que vete, no te quiero aquí
no puedo estar contigo,
ya no.
Ni siquiera sé tu nombre, ni de donde eres
ni lo que quieres.
Y a pesar de todo,
de mi cabeza vienes 
y con mis lápices,
al despertar, 







hoy te he dibujado.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las gafas de Sol


Fin del verano, se fue todo el mundo, hasta las sirenas.
Alguna se dejó las gafas de sol y las encontré mientras paseaba en la playa.
Tenían unas pocas escamas pegadas y despedían un agradable y fresco olor...a pescado.







                                                    Fotografía Mikel Barrero