lunes, 15 de mayo de 2017

Piedras poetas

La arenisca es una clase de piedra que mayormente se forma bajo el mar. Es una roca que abarca colores tales como el verde, gris, azul, rosado y sobre todo el amarillo; todos ellos en varias tonalidades.
Al ser sedimentaria muchas veces se ven las capas que a lo largo del tiempo se han ido depositando formando auténticas vetas.
Yo añadiría que además es una piedra poeta. Lo siento así ya que sus bellísimos estratos nos muestran pequeños fragmentos del fondo del mar, como escrituras jeroglíficas, que el tiempo se ha encargado de escribir. Sabiendo interpretarlas, los científicos estudian el origen y desarrollo del planeta.
Es fácil embelesarse cuando teniendo alguna de ellas en las manos, niños y algunos adultos afortunados, se quedan mirándolas como si fueran monedas de oro viejo, que pagan un viaje hacia uno de los más poderosos y delicados corazones de la poesía; este, es la mar, su fondo, la vasija que la contiene, formada por la arena suelta en estratos superiores y por debajo de estos la compactada ya convertida en piedra.
La arenisca, es por tanto una escritora infinita, a la vez que silenciosa poeta.
¿Por qué digo esto?
Un año más estamos con el tema de las piedras de Ondarreta.
Que si son restos de escombros, que si no, que si hay que quitarlos, que si no vale la pena porque siempre habrá más, que si da muy mala imagen, que si no es para tanto, que si estudios para saber no se sabe lo que, que, que…
Suelo recoger de estas areniscas para fotografiarlas una a una y hace composiciones con ellas, también me llevo algunas a mi taller para hacer artesanías.
Sabía que habían decidido (un año más) quitarlas para que los naturales y los turistas no se dañen sus pies y se de una buena imagen de la ciudad y sus playas.
Estos días pasados he estado recogiendo durante las bajamares estas piedras, después de escogerlas con todo mi esmero pensando en mis artesanías  y sobre todo en una fotografía que quiero hacer como parte de una serie que consta de una 10 obras con cosas que recojo de las playas, tales como: vidrios, restos de caparazones de erizos, opérculos, pequeñas ostras de colores, fragmentos de cerámicas, palitos desgastados, conchas…
Tengo calculado que me hacen falta unas 140 piedras aproximadamente para hacer la fotografía que quiero con areniscas “de oro”. Tengo otra foto terminada con otras menores de tamaño y de colores variados; ahora toca las doradas. Esta semana pasada y parte de la anterior he reunido unas 70, o sea, la mitad de las que necesito.
Hoy he dado un paseo por Ondarreta aunque a esa hora la marea estaba alta y no podía recoger ninguna piedra. Iba ensimismado pensando en vete a saber qué y al cruzar el túnel del antiguo las he visto, me he quedado parado como esperando corroborar lo que mis ojos están viendo, ahí estaban dos de ellas, grandes, quietas, brillantes sus palas pulidas, esperando a la próxima bajamar para actuar…dos monstruos que supongo mañana mismo ya llegarán, a donde están las piedras areniscas-antiquísimas-poetisas-silenciosas-bellas-monedas doradas.
Y estoy por la mitad de las piedras que calculo necesarias.
Mañana pues, cambio de planes. Si veis a un chalao calvo y gordito en la pedrera, recogiendo cosas del suelo, rodeado de gigantes con coraza metálica destellando brillos e iras contra el tarao que ni caso les hace, como intentando persuadirles con su indiferencia de que no es el momento de apartarse para que los grandes dragones, continúen el exterminio de silenciosas poetas, ese no es un moderno quijote en pantalones cortos y chancletas, soy yo que me faltan unas 70 piedras.

Ya han pasado dos semanas,
las máquinas-dragones hicieron la escabechina,
ahora la playa está muy mona ella, sin piedras,
ya no hay monedas de oro que compran poesías e historias del fondo del mar.





Esta foto ya la tenía de antes y está hecha con pequeñas areniscas de colores, la llamo "macedonia de areniscas"









Y esta es la que he hecho con las areniscas-poetas de la que ha tratado esta entrada en el blog.
Al final me hicieron falta 133 piedras.
Los dragones tuvieron que esperar

VOLVERÁN A BROTAR COMO DE UN MANANTIAL, VOLVERÁN LAS DORADAS ARENISCAS, VOLVERÁN.